
¿Cómo será la gripe de este año? Responder a esta pregunta el 1 de octubre es casi tan complicado como acertar la combinación ganadora del euromillón del próximo viernes. "No es nada fácil saberlo a estas alturas".
A estas alturas, la virulencia de la enfermedad es impredecible. La agresividad de la enfermedad depende principalmente de dos factores. Por un lado está la virulencia de las cepas circulantes. Y, por otro, las bajas temperaturas, una circunstancia que dispara los contagios.
Del frío, es imposible aventurar nada a estas alturas del año, recién estrenado el otoño. Respecto a las cepas, hay algunas pistas, pero nada concluyentes. Cada temporada, la Organización Mundial de la Salud lanza unas recomendaciones para el hemisferio norte a partir de las familias de virus más frecuentes detectadas en la temporada gripal del hemisferio sur -entre mayo y septiembre-. Las cepas, que se supone serán las que más viajarán de estornudo en estornudo este invierno, ¿serán más agresivas que las del año pasado? Tampoco hay una respuesta clara a esta pregunta.
Existen otros factores que también determinan la actividad del virus como el nivel de inmunidad de la población o los cambios que sufra en su viaje desde el hemisferio sur. Además, desde la Consejería de Sanidad existe cierta preocupación por la baja incidencia de la enfermedad en los últimos años y la posibilidad de que la población se relaje y no se vacune.
La vacunación entre las personas incluidas en los grupos de riesgo: enfermos con procesos crónicos, personas ingresados en residencias, mayores de 59 años o embarazadas de segundo y tercer trimestre es necesaria.
A estas alturas, la virulencia de la enfermedad es impredecible. La agresividad de la enfermedad depende principalmente de dos factores. Por un lado está la virulencia de las cepas circulantes. Y, por otro, las bajas temperaturas, una circunstancia que dispara los contagios.
Del frío, es imposible aventurar nada a estas alturas del año, recién estrenado el otoño. Respecto a las cepas, hay algunas pistas, pero nada concluyentes. Cada temporada, la Organización Mundial de la Salud lanza unas recomendaciones para el hemisferio norte a partir de las familias de virus más frecuentes detectadas en la temporada gripal del hemisferio sur -entre mayo y septiembre-. Las cepas, que se supone serán las que más viajarán de estornudo en estornudo este invierno, ¿serán más agresivas que las del año pasado? Tampoco hay una respuesta clara a esta pregunta.
Existen otros factores que también determinan la actividad del virus como el nivel de inmunidad de la población o los cambios que sufra en su viaje desde el hemisferio sur. Además, desde la Consejería de Sanidad existe cierta preocupación por la baja incidencia de la enfermedad en los últimos años y la posibilidad de que la población se relaje y no se vacune.
La vacunación entre las personas incluidas en los grupos de riesgo: enfermos con procesos crónicos, personas ingresados en residencias, mayores de 59 años o embarazadas de segundo y tercer trimestre es necesaria.
1 comentario:
¡Debemos tener cuidado con este virus y vacunarnos para no cogerlo!
Saludos
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